LA NIEBLA QUE TODO LO ENVUELVE
Hay una niebla alta, que no llega a rebajar el bochorno que estamos sufriendo, permite a uno ir en camiseta, pero detrás, se intuye el sol, es como una metáfora de la vida, tienes delante miles de cosas, que no llegas a ver nunca, pero las intuyes.
Sigo desanimado por esas cosas que no llego a ver, necesito respuestas, y a la vez no hago nada por hacer las preguntas necesarias para obtenerlas. En determinados momentos me invade el miedo, la congoja, y la inseguridad. No me como el mundo, todo lo contrario, me queda grande.
Hablo de ese sentimiento universal, que casi todo el mundo siente, el amor, y no veo el momento de dar un gran paso. Interiormente busco la paz esa interior de que tanto se habla, pero cada vez me envuelvo más en mi coraza, en mi dureza. Me he hecho callo en el corazón, no a base de palos, a base de egoísmos.
Soy un tipo solitario, que soy feliz disfrutando del silencio, de mi soledad buscada, de mi propio ego, de aquello que yo quiero, y que no permito que se vea nada a través de la niebla que me cubre, aunque detrás de ella, se intuye.
1 Comentarios:
La niebla: Todo un misterio que nos impide ver la realidad tal y como es. Nos la muestra parcialmente, a veces engañosa, a veces ilusionante, a veces intrigante. ¿Debemos fiarnos de ella, dejarnos embaucar por lo que nos muestra, o debemos huir, mantenernos alejados? La eterna pregunta, el eterno desconsuelo: la desconfianza. A veces hay que dar el paso.
En tu caso yo me dejo llevar, me gusta adentrarme en tu niebla, ir descubriendo poco a poco lo que se encuentra tras ella. Y hasta ahora me siento afortunado. Afortunado porque me has abierto un poco esa coraza, y afortunado por lo que voy encontrando. Alguien que no pide nada, y que hasta ahora siempre ha estado ahí, que siempre tiene una palabra amable, y con el que me siento bien. Y me siento bien porque también me permite abrirle, muy poco a poco, la verdad, mi coraza, aún más profunda que la suya, con más inseguridades.
La soledad: en el fondo, aunque digamos que disfrutamos de una soledad elegida, no es más que parte de esa niebla artificial. La soledad nunca es elegida, a veces es autoimpuesta, otras veces obligada, pero no es la compañera ideal. Porque a todo el mundo le gusta formar parte de algo, ser valorado, y dar y recibir cariño. Y eso no lo da la soledad.
El cariño: la felicidad absoluta. El fin que todos buscamos, y que a veces es tan dificil encontrar. Algo aparentemente tan simple, y que a algunos nos cuesta encontrar. Pero a veces es posible hallarlo, aunque sea en forma de simple abrazo
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